SACUDÓN LIBERTARIO Y RESPUESTA PROVINCIAL

27/10/2025.- Por Nico Ortíz.- Foto portada: La Libertad Avanza dominó en Salta, mientras Royón sorprendió con un avance inesperado. Imagen: Salta/12.
El triunfo libertario dejó a la provincia con un nuevo reparto de poder. Con dos bancas al Senado y dos en Diputados, La Libertad Avanza se consolidó como la principal fuerza política salteña. Flavia Royón, desde Primero los Salteños, se alzó con la tercera banca y se convirtió en el rostro de la resistencia local.

Las urnas hablaron y Salta no fue la excepción al clima político que domina gran parte del país. La Libertad Avanza (LLA) barrió en ambas categorías nacionales y confirmó que el fenómeno Milei, lejos de diluirse tras un año de gobierno, echó raíces también en el norte. Pero el mapa político salteño mostró matices: el oficialismo provincial de Gustavo Sáenz consiguió retener espacios clave y mantener viva una identidad política propia frente al arrastre libertario.

Un triunfo rotundo con matices

Con el 91,3% de las mesas escrutadas, LLA cosechó el 41,46% de los votos para senadores nacionales y se aseguró dos de las tres bancas: Emilia Orozco y Gonzalo Guzmán Coraita reemplazarán a Sergio Leavy y Nora Giménez (Unión por la Patria). El frente Primero los Salteños alcanzó el 27,93% y garantizó una banca para Flavia Royón, actual secretaria de Energía provincial. Detrás quedaron Fuerza Patria, con el 13,66%, y el Partido de la Victoria, con el 8,45%.

En Diputados, el esquema se repitió. La Libertad Avanza obtuvo el 38,34% y dos bancas, mientras que Primero los Salteños se quedó con una (Bernardo Biella). El resto de los espacios no logró romper la barrera de los dos dígitos. La participación provincial fue del 66,79%.

Capital libertaria, interior resistente

El voto a LLA se concentró con fuerza en la Capital —donde superó el 47%— y en las principales ciudades del Valle de Lerma. En cambio, el interior mostró otra dinámica: distritos como Anta, Iruya, San Carlos o Santa Victoria dieron la espalda al discurso libertario y sostuvieron al frente provincial. Esa brecha urbana-rural fue una de las marcas más visibles de la elección.

El resultado tuvo un peso simbólico: por primera vez en más de treinta años, el peronismo y sus desprendimientos no ocuparán un lugar en el Senado por Salta.

Orozco y la retórica del enfrentamiento

Emilia Orozco celebró el triunfo rodeada de un grupo reducido de militantes en el centro salteño. Fiel al estilo libertario, lanzó dardos contra los medios y el gobierno provincial. “Quiero agradecer a quienes más daño me hicieron: los medios de comunicación. Me hicieron más fuerte”, dijo entre aplausos. También apuntó contra el gobernador Sáenz: “Vamos a bajar su cartelería de los postes de luz. Esa plata es de los salteños”.

Con tono combativo, definió el resultado como “una batalla ganada” y se proclamó parte de “una nueva generación que no se compra ni se vende”. Su discurso cerró con el ya clásico “¡Viva la libertad, viva la patria y viva Milei!”.

Sáenz marca territorio

Desde el búnker de Primero los Salteños, Gustavo Sáenz celebró con moderación y orgullo. “Lo que hicimos hoy fue histórico: logramos una senadora y un diputado sin colgarnos de nadie”, dijo. El mandatario provincial insistió en que “la grieta entre Cristina y Milei no define a los salteños” y lanzó una frase que resonó entre los presentes: “Salta es Salta, carajo”.

Sáenz también advirtió que acompañará al gobierno nacional “solo si no se perjudica a los salteños”. Su mensaje fue leído como una señal de autonomía política y como una respuesta al avance libertario que, por ahora, parece imparable.

Urtubey: del peronismo disperso a la autocrítica

En un tono más introspectivo, Juan Manuel Urtubey reconoció la derrota de Fuerza Patria y llamó a repensar la estrategia opositora. “El peso del poder provincial fue determinante. La división nos debilitó”, afirmó.

El exgobernador planteó la necesidad de construir una oposición unificada “que defienda a los más vulnerables y ponga límites al modelo de ajuste”. Cerró con una reflexión que muchos tomaron como mensaje hacia el peronismo nacional: “Si seguimos divididos, terminaremos sin país y sin esperanza”.