02/07/2024.- Infobae.- Foto portada: Carlos Rodríguez y Roberto Cachanosky.
Carlos Rodríguez, ex asesor de Javier Milei, y Roberto Cachanosky, lamentaron las demoras en liberar el mercado de cambios.
La estrategia económica del presidente Javier Milei fue blanco de críticas por parte de dos economistas prominentes, Carlos Rodríguez y Roberto Cachanosky, ambos cercanos a su pensamiento liberal. A través de la red social X (anteriormente Twitter), expresaron sus preocupaciones sobre las políticas actuales y el rumbo que ha tomado el gobierno en materia económica, luego de la negativa reacción de los mercados a anuncios económicos del viernes pasado que dejaron gusto a poco.
Rodríguez, economista, rector fundador de UCEMA y ex asesor de Milei durante la campaña, enfatizó la necesidad de un mercado cambiario libre y flotante. “La mejor manera sostenible de acumular dólares para pagar la deuda externa pública es: mercado único, libre y flotante de cambios. El gobierno compra dólares con superávit fiscal. El Banco Central (BCRA), independiente del Tesoro, se atiene a una regla de expansión de Base Monetaria no remunerada y no interviene en la determinación del tipo de cambio o la tasa de interés”, afirmó Rodríguez.
“La mejor manera sostenible de acumular dólares para pagar la deuda externa pública es: mercado único, libre y flotante de cambios” (Rodríguez)
El economista subrayó la responsabilidad del Tesoro en la acumulación de dólares para el pago de la deuda, insistiendo en que esta tarea no debería recaer en el Banco Central. “La deuda es del Tesoro. El que tiene que comprar los dólares con su plata es el Tesoro. No es el BCRA imprimiendo pesos. Está todo mal. La tarea del BCRA es mantener la estabilidad de precios, no es conseguir reservas para que el Tesoro pague su deuda externa”, concluyó Rodríguez.:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/GLZLUK33TNBLZO3VFUIDGHVIUE.jpg 420w)
Por su parte, Roberto Cachanosky también utilizó la red social para expresar su coincidencia con Rodríguez. “Para salir del cepo no hacen falta dólares, hace falta generar confianza en el plan económico. Algo que hoy no existe: ni plan, ni confianza”, afirmó en un tuit en el que responde a su colega. Cachanosky cuestionó la efectividad de mantener el cepo cambiario, argumentando que la falta de confianza en la política económica es el verdadero obstáculo para la estabilización monetaria.

En otro tuit anterior, Cachanosky había subrayado la importancia de la confianza sobre la acumulación de reservas. “Para salir del cepo no hace falta generar confianza. La pregunta que hay que formularse es: ¿qué es más costoso, seguir con el cepo hasta Dios sabe cuándo y acumular más atraso cambiario o salir del cepo antes que se amplíe más la brecha?”, escribió.
“¿Qué es más costoso, seguir con el cepo hasta Dios sabe cuándo y acumular más atraso cambiario o salir del cepo antes que se amplíe más la brecha?” (Cachanosky)
“Si la idea es tener un mercado libre en competencia de monedas, no hace falta que el BCRA acumule reservas. La solidez del peso va a estar dada por la credibilidad que genere el Gobierno con su plan económico y no habrá corrida si se saca el peso”, argumentó.
Cachanosky señaló que en un mercado libre el Banco Central no debería intervenir en el mercado de cambios. “En un mercado libre, al estilo de la escuela austríaca, el Banco Central no interviene en el mercado de cambios, por lo tanto, no es que hay que acumular dólares, lo que hay que generar es confianza”, aseveró.
Las críticas de Rodríguez y Cachanosky destacan un tema recurrente en la economía argentina: la confianza en las instituciones y en las políticas económicas. La falta de un plan económico claro y la ausencia de confianza en la gestión actual son puntos que ambos economistas consideran cruciales para la estabilidad y el crecimiento económico.
Estas opiniones llegan en un momento complicado para el gobierno de Milei, luego de que el ministro de Economía Luis Caputo anunciara el viernes pasado la “segunda fase” de su plan de estabilización a través del lanzamiento de un nuevo régimen monetario. Lejos de generar desacuerdo en sí, el anuncio pareció quedarse corto ante un mercado que se mostraba ávido de definiciones respecto a cómo continuarán los controles de cambio en el futuro cercano.







