13/11/2025.- Prensa Ministerio Público Fiscal de Salta.- Foto portada: Ilustrativa.
La investigación, dirigida por la UFINAR, permitió desbaratar una organización familiar liderada por una mujer que operaba en los barrios Santa Rita y La Ciénaga.
El fiscal penal de la Unidad Fiscal contra la Narcocriminalidad (UFINAR), Gustavo Torres Rubelt, imputó provisionalmente a tres mujeres y a un hombre por el delito de comercialización de estupefacientes agravada por la participación de tres o más personas en forma organizada. Además, a una de las mujeres también se le atribuyó el delito de tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil, en concurso real.
Las cuatro personas -madre, hija, hermano y una amiga de la primera- fueron detenidas el pasado 6 de noviembre durante un operativo dirigido por UFINAR, que permitió desarticular dos bocas de expendio que funcionaban en los barrios Santa Rita y La Ciénaga.
En el allanamiento realizado en el barrio Santa Rita, se secuestraron 230 dosis de cocaína, confirmadas con prueba de narcotest, y fueron detenidos la hija y el hermano de la principal investigada.
En el domicilio del asentamiento de La Ciénaga, se secuestraron más de 3.500 dosis de cocaína, dinero en efectivo por $939.000 en efectivo, un revólver calibre 22 con proyectiles, balanzas de precisión y un teléfono celular. También se hallaron plantines de cannabis sativa y una pequeña cantidad de marihuana.
Durante el operativo, se comprobó que la vivienda contaba con habitaciones destinadas al fraccionamiento y almacenamiento de la sustancia, junto con elementos utilizados para corte y acondicionamiento.
Madre e hija contaban con antecedentes por infracción a la Ley 23.737 y habían sido condenadas previamente a cinco años de prisión y dos años y medio, respectivamente.
Las tareas de investigación fueron desarrolladas por el Grupo de Drogas de la Policía de la Provincia bajo la supervisión de UFINAR. A partir de filmaciones, controles de comprador, testimonios, antecedentes y observaciones directas, se determinó que los inmuebles ubicados en barrio Santa Rita y La Ciénaga funcionaban como puntos de venta activos de sustancias estupefacientes, donde se realizaban maniobras reiteradas de compra, venta, transporte y abastecimiento.
De acuerdo con los resultados de la investigación, la mujer actuaba como proveedora principal, distribuyendo las sustancias estupefacientes en La Ciénaga y abasteciendo la boca de Santa Rita. Su hija realizaba las ventas en los barrios Santa Rita y Villa Los Sauces, mientras que el hermano se encargaba de las operaciones de intercambio y cobro en la vivienda de Santa Rita.








